NUEVOS VIENTOS...

A once meses de camino (diciembre 2007- noviembre 2008), las circunstacias me ogligan a apartarme de este sueño-esperanza. No he sido capaz de comunicar y contagiar a los demás de mis más profundas convicciones: trabajar por un hombre/mujer y mundo nuevos, a la luz de Evangelio y de las orientaciones más vanguardistas de la comunidad (iglesia). Me equivoqué con quienes pensé que eran mis hermanos y que estábamos trabajando en la misma dirección. Se han quebrado las confianzas y la fraternidad.
Está bien. Ellos han encontrado que yo estoy equivocado y que conmigo no se puede trabajar. Son sus razones, puntos de vista y opiniones que esta vez han triunfado. Cada quien tiene su conciencia y sabrá que los mueve realmente.

El camino sigue, la inmensidad del horizonte nos sigue convocando a ser creativos, humildes, pacientes, buscadores de la verdad, la justicia y el amor. Y yo solamente quiero ser fiel a esta vocación. Las demás circunstancias son pasajeras para todos.

Hoy día, el silencio y la meditación son mis mejores aliados para reconciliarme conmigo mismo y con el Otro y los otros. En realidad mi lucha no es contra los intereses de otros hombres/mujeres, sino que mi energía está puesta en hacer espacios al amor, a la solidaridad, a la comunicación de todos. Valoro mucho que los demás piensen, lean, hablen, se asocien, hagan cosas nuevas, inicien procesos innovadores en sus vidas y en sus comunidades.

Este ha sido el horizonte desde mi infancia a partir de 1951. Y allí están las muestras: un enfoque misionero distinto en las vacaciones de estudiante, la creación de la escuela de formación en teología y disciplinas afines para los hermanos legos franciscanos de centroamérica (1974-1978), el ejercio pastoral como presbítero franciscano (1980-1990)... tienen la misma inspiración de esta última intervención, esta vez en los medios de comunicación.

Bienaventurados los que trabajan por el reinado de Dios..., que es trabajar por la vida, la libertad y la dignidad de todos los seres vivos que habitamos en esta tierra.

josé leandro flores
23 de noviembre de 2008.