martes, 5 de agosto de 2008

EXPECTATIVAS

CANAL CULTURAL COMUNITARIO
ND-TV (“Niño Dios – Televisión) Canal 42


La Televisión en nuestro medio podría llegar a ser un excelente medio para fomentar, transmitir y alimentar la cultura y lo comunitario. Depende en gran medida que sea una opción clara desde el principio hacia tal fin. Entendiendo por cultura todo el quehacer sano, noble y ético que tenga lugar en nuestro territorio; y por comunitario la práctica de convivencia solidaria, humanista y trascendente.
Como la pedagogía es el camino que puede recorrer el hombre y la mujer para desarrollarse como tales; ésta podría ser el punto de partida para mirar metas altas, especialmente pensando en nuestra juventud.

Un canal de televisión necesita nacer con una identidad que recoja con criterio y oriente en las transmisiones toda la diversidad y multipluralidad de realidades y de intereses que caracterizan a todo grupo social. Así como es de importante la identidad en una persona para que sea tal en medio de la multitud; de la misma manera se requiere que la TV CULTURAL COMUNITARIA nazca con la suya para que no se diluya en lo masivo e informe, ni propuesta alguna.

Tanto la cultura como lo comunitario son realidades antropológicas que hay que construir y no sólo transimitir. O sea, la TV no debería ser sólo un medio para transmitir lo que hay, oculto o dominante en el medio, sino que la sociedad de nuestros días necesita con urgencia elementos nuevos en dichos ámbitos para hacer frente a los graves problemas y grandes desafíos que tiene en su cotidianidad. Así, pues, la TV no debiera ser un medio sólo para entretener ni sólo para vender. Esto es lo tradicional.

En realidad, una TV Cultural Comunitaria debiera ser una señal nueva, distinta, original, que requerirá de gran dedicación de equipos de personas que reflexionen, estudien y desarrollen prácticas que parten de la realidad pero que todavía no son empleadas en la práctica.

En conclusión, lo cultural y lo comunitario, no son sólo dos realidades sociales, sino también dos áreas teológicas que hay que construir y proponer a los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Esta es la responsabilidad y desafío para una señal de Televisión nueva.
Asumir esta senda no es fácil porque el medio es fuertemente influyente y atractivo por sus prácticas y éxitos de masa.

José Leandro Flores Malloco, 15 de junio de 2008

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